Conversamos sobre los desafíos de la educación en América Latina y el Caribe, como la precarización de la profesión docente y los efectos del COVID-19 en la integración regional.
En el segundo día de la Reunión de Seguimiento de la III Conferencia Regional de educación superior (CRES+5), realizada hoy, 14 de marzo, se discutió ampliamente sobre la importancia de la integración regional en América Latina y el Caribe, así como sobre la necesidad de promover una educación superior más inclusiva y equitativa.
Durante las sesiones de trabajo, se abordó la importancia de fortalecer la enseñanza superior en la región, fomentando la creación de programas y políticas que impulsen la educación avanzada para todos los ciudadanos. Es fundamental garantizar el acceso a una educación terciaria de calidad para promover el desarrollo sostenible y la igualdad de oportunidades en la sociedad.
Desafíos en la educación superior
En las reuniones sectoriales, se analizaron seis ejes temáticos: la precarización de la profesión de profesor, los efectos del COVID-19 en la educación superior, mujeres en la educación, financiación y gobernanza, autonomía de las universidades y el futuro de la educación en América Latina y el Caribe.
Los debates señalaron la necesidad de esfuerzos de los gobiernos, por un largo periodo, para que sea posible recuperar la educación a los niveles prepandémicos, y, en un segundo momento, mejorar las condiciones de trabajo y remuneración de los profesionales de educación para atraer a profesionales capaces y animarlos a permanecer en el aula.
Según la evaluación de los participantes de los debates, aún es necesario garantizar el espacio de la mujer, cuya presencia es mayoritaria en la educación, combatiendo la discriminación y las amenazas en el ejercicio de la profesión.
Rol de la financiación pública en la educación superior
Acerca de la autonomía de las instituciones de educación superior, se considera que solo la financiación pública asegurada por la ley permite un cambio real en el modelo de educación superior de la región.
Para el subsecretario de Educación Superior de Chile, Victor Orellana, ‘el mensaje para América Latina es que el mercado no es la respuesta para nuestros problemas, pero sí la garantía del derecho a la educación, lo que no implica replicar modelos de universidades públicas de otros momentos históricos.
Hoy necesitamos, por ejemplo, una financiación más moderna, en el sentido de mejores instrumentos para incluir en el sistema, exigimos un vínculo más eficaz entre el desarrollo productivo y el conocimiento, además de una mayor relación entre nuestra oferta académica y las necesidades sociales, culturales y productivas de los países’ afirmó.
Desafíos políticos en la educación superior
Según él, la Región camina en esa dirección, pero no considera fácil salir de un modelo que coloca la ganancia como principal motor de la educación superior. ‘Le pedimos al continente un acuerdo sobre el derecho a la educación y la vinculación de la educación superior con el desarrollo más allá de las banderas políticas.
Garantizar el derecho a la educación y asumir que la educación superior es un bien fundamentalmente público, y no un bien de mercado. No es una bandera de un sector, es un consenso internacional, es un consenso que se logró con mucho esfuerzo, en el que participan gobiernos de diferentes grupos políticos.
El papel de los liderazgos en la educación superior
Traemos este mensaje, para aumentar nuestra vocación latinoamericana, como lo solicitó el presidente Boric [Gabriel Boric, presidente de la República de Chile], para ampliar nuestro compromiso con América Latina y formar parte de este proceso que esperamos que conduzca nuestros países al desarrollo’.
La profesora Nilma Lino Gomes, exministra de las Mujeres, Igualdad Racial y Derechos Humanos, resaltó en su conferencia, que es posible pensar en un modelo de educación superior diferenciado, que respete y que incluya los conocimientos y saberes de importantes segmentos de la sociedad, como liderazgos indígenas, afrolatinoamericanos y caribeños, especialmente en un escenario de pleno estado democrático de derecho.
Avances en la educación superior
Gomes resaltó, sin embargo, que no se trata de una tarea fácil, en un momento en que se agudizan los conflictos sociales y las posiciones político-ideológicas. ‘La sociedad está polarizada, como hemos visto. Ha llegado a un cierto ápice, porque tiene una representatividad política en Brasil, que no tenía antes de la manera que tenemos hoy.
En el fondo, si tenemos en cuenta que somos una sociedad con un pasado colonial, esclavista, con intentos de genocidio indígena, lo que hoy llamamos polarización son concepciones que siempre existieron, pero que están articuladas con el fundamentalismo de mercado, con el fundamentalismo religioso, con una gran hegemonía de los medios de comunicación, y con la representatividad política’, concluyó.
Fonte: @ Ministério da Saúde
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